por Roberto Abusada Raguz

Muchas personas buscan rentabilizar sus excedentes de efectivo, o por defecto “parquear” su dinero a través de alguna inversión. ¿Cómo funciona esto? Yo, (el Inversionista), le entrego o le transfiero una suma predefinida de efectivo una compañía (el Fondo) y ésta invierte mi dinero en instrumentos financieros —por ejemplo, en acciones de una compañía. Al haber comprado un pequeño pedazo de esta compañía o fondo, me convierto en propietario y por ende soy acreedor a cualquier ganancia, o por defecto pérdida, que la compañía tenga. El hecho es que algunas personas lo hacen por buscar las mejores inversiones disponibles y otras lo hacen para evitar gastar innecesariamente los saldos de sus cuentas de ahorros. Volviendo a la explicación, en caso el resultado de la inversión sea positiva, extraeré el monto que invertí más una rentabilidad adicional. En todo momento, el Fondo cobrará una pequeña comisión sobre el monto que decidí invertir.

Si bien hoy en día el mercado financiero y los fondos de inversión permiten a una persona entrar con tickets muy bajos (desde US$100.00 aproximadamente), los procesos de onboarding y de compra/venta pueden llegar a ser muy burocráticos y arcaicos. Se contacta con la casa de inversiones por teléfono, se llenan y firman formularios de registro y solicitud de compra a mano y se reciben estados de cuenta con un mes de retraso.

Ahora, imaginémonos otro escenario. Ricardo recibe una jugosa bonificación de fin de año por su excelente rendimiento dentro de la empresa en la que trabaja. Como sabe que tiene muchas tentaciones y está pensando a largo plazo, toma la decisión de invertir el 80% de su bono. Él ha conversado con un amigo que trabaja en un fondo de inversión quien le dijo que invertir en este fondo nuevo es una jugada magistral. Ricardo sabe que el fondo de inversión en el que trabaja su amigo es una compañía moderna y tecnológica —entonces decide hacer una corta búsqueda en internet para averiguar de qué se trata. Para su grata sorpresa, Ricardo se encuentra con que la empresa tiene una aplicación móvil disponible en el App Store y en Google Play. En pocos segundos la descarga, se registra con su huella digital y ya está listo para ver qué ofrece la compañía. En menos de un minuto recibe una notificación automática con una invitación para ser asesorado gratuitamente por el asociado de inversiones del fondo. Esto claramente le parece interesante, pero Ricardo no puede hablar por teléfono en el momento. Entonces, el asociado le dice que la atención puede ser presencial, por teléfono, o por chat. Ricardo elige chatear y recibe muy buenas recomendaciones para invertir en un fondo que compila acciones de empresas tecnológicas y de ciberseguridad —dos temas que le apasionan a Ricardo. Encantado por la atención y por la facilidad con la que funciona la aplicación, Ricardo aprovecha para en un minuto conectar su cuenta bancaria con la aplicación del fondo y hacer una transacción. Unas semanas después Ricardo ingresa nuevamente a su aplicación móvil y descubre que la inversión le ha generado un 2% de rentabilidad. Ahora decide comparar su inversión con otras en el mercado para ver cómo le está yendo —lo hace directamente en la aplicación del fondo. ¡Queda muy satisfecho y contento con la decisión que ha tomado!

Es muy importante entender que los negocios que involucran transacciones de dinero personal son muy sensibles y que lo que más valoran los clientes es la transparencia, la honestidad, la búsqueda de buenos resultados y el trato personal con personas calificadas. Lo último quizás ha sido lo que ha demorado la transformación o digitalización de los negocios financieros como estos; sin embargo, los crecientes niveles de bancarización y digitalización de las personas abren puertas y oportunidades para que negocios, como el fondo del que hablamos, se transformen y accedan a más clientes, mayor frecuencia de transacción, mayor retención y satisfacción de usuario y finalmente mejores resultados financieros. En Europa todos los bancos digitales están captando a nuevos clientes y están desplazando a las empresas tradicionales (como los fondos de inversión) que no ofrecen soluciones ágiles e interactivas. No sólo ofrecen comisiones, productos y un servicio competitivo; si no que son totalmente ágiles en cuanto a captación de clientes y crecimiento de cartera. Para mantener una ventaja competitiva sostenible es necesario adoptar las mejores prácticas y poner al cliente al centro de todo. El que no se transforme probablemente será desplazado en el corto/mediano plazo.

La inteligencia artificial ahora está entregando soluciones que permiten que estas compañías logren tener análisis predictivo, mejor manejo de portafolio y mayor productividad de sus colaboradores. ¿Suena bien cierto? En IdeaFoster ofrecemos este tipo de servicios y te ayudaremos a encontrar las soluciones más innovadoras para tu negocio.

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